viernes, 18 de mayo de 2012

CANTAR DE LOS CANTARES. CAPÍTULO 8.


3. No despertéis al amor

8 1 ¡Oh si fueras mi hermano
y criado a los pechos de mi madre!
Al verte por la calle
te besaría sin temor a burlas,
2te metería en casa de mi madre,
en la alcoba en que me crió,
te daría a beber vino aromado,
licor de mis granados.
3Pone la mano izquierda bajo mi cabeza
y me abraza con la derecha.
EL            4iMuchachas de Jerusalén, os conjuro
                que no vayáis a molestar,
que no despertéis al amor
hasta que él quiera!

Bajo el manzano

5¿Quién es ésa que sube del desierto
apoyada en su amado?
Bajo el manzano te desperté,
allí donde tu madre te dio a luz
con dolores de parto.

Llamarada divina

6Grábame como un sello en tu brazo,
como un sello en tu corazón,
porque es fuerte el amor como la muerte,
es cruel la pasión como el abismo;
es centella de fuego, llamarada divina;
7las aguas torrenciales
no podrán apagar el amor
ni anegarlo los ríos.
Si alguien quisiera comprar el amor
con todas las riquezas de su casa,
se haría despreciable.

Soy una muralla

8Nuestra hermana es tan pequeñita,
que no le han crecido los pechos.
¿Qué haremos con nuestra hermanita
cuando vengan para pedirla?

9Si es una muralla,
le pondremos almenas de plata;
si es una puerta,
la protegeremos con planchas de cedro.
10Soy una muralla,
y mis pechos son los torreones;
pero yo seré para él mensajera de paz.

La viña de Salomón

11Salomón tenía una viña
en Baal Hamón;
se la dio a guardar a aparceros,
que le traen de sus frutos
cada uno mil siclos de plata.
12Mi viña es sólo para mí;
para ti, Salomón, los mil sicIos,
y da doscientos a los aparceros.

                 Señora de los jardines

13Señora de los jardines,
mis compañeros te escuchan,
déjanos oír tu voz.
14Date prisa, amor mío,
como el gamo, como el cervatillo,
por las lomas de las balsameras.

8,1-4 Estaba mal mirado que dos jóvenes se besasen en público, y ella no aguanta las ganas de besarlo. Por eso le brota esa fantasía: es su hermano también materno y no es escandaloso besarlo. Y hasta meterlo en el hogar materno. Lo que pasa allá dentro lo imagina con intensidad. Siente el abrazo de él y escucha sus palabras, las mismas de 2,7 y 3,5.

8,5 Texto difícil, quizá fragmentario. No sabemos unir las dos piezas. Lo más importante es la alusión a la maternidad esperada, al relevo de las generaciones en la perpetuidad del amor. Ella es el fruto de un amor, del misterio que se consumó bajo el manzano. El escenario vegetal, la presencia florida del árbol, el recuerdo del concebir y llevar en el seno, confieren al árbol un aura casi sacerdotal. La amada es testimonio presente de un amor pasado, es eslabón de una cadena que se prolongará.

8,6-7 Ésta es la cumbre del libro. Cuando por única vez se pronuncia el nombre apocopado Yah, como adjetivo. Cuando se evocan los poderes incontrastables de Muerte y su reino el Abismo. Cuando los elementos fuego yagua combaten y vence el fuego. Un amor de tales dimensiones ni se vende ni se compra. Se puede poner en boca de ambos (aunque el "tuyo" sea masculino), como dúo culminante. El sello se puede imaginar como una pieza suelta, en la muñeca o en el pecho, o como una marca impresa en el cuerpo.

8,8-10 Al final hablan los hermanos, que tan mal la trataron al principio (1,6). Aunque pequeña ya tiene pretendientes, y algunos demasiado emprendedores. Hay que protegerla como a ciudad amurallada. Pero ¿por qué plata y cedro? ¿No es provocar más el deseo? Cosas muy valiosas se esconden cuando tales son las defensas. Toma ella la palabra, porque sabe defenderse con su belleza. Resistirá a todos, pero a él le rendirá la plaza.

8,11-12 Retorna la imagen inicial de la viña 1,6. El rey posee un harén numeroso, 1 Re 11,3; Hamón puede significar multitud. Puede ceder algunas concubinas a sus ministros, a un precio razonable -ese amor sí se compra-. Para él vale más el amor de una sola.

8,13-14 Extraño final, si tomamos el verbo hebreo en su significado normal de huir. Por el tema hace eco al poema Primavera, 2,14.17. La interpretación se facilita si suponemos que el verbo significa aquí apresurarse. Traduzco el participio por señora o princesa. La última visión del libro: un gamo que huye entre arriates de bálsamo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario