viernes, 18 de mayo de 2012

CANTAR DE LOS CANTARES. 5,2-6,3.



ELLA               2Estaba durmiendo,
                        mi corazón en vela,
cuando oigo a mi amado que me llama:
«Ábreme, amada mía,
mi paloma sin mancha,
que tengo la cabeza cuajada de rocío,
mis rizos, del relente de la noche».
3Ya me quité la túnica,
¿cómo voy a ponérmela de nuevo?
Ya me lavé los pies,
¿cómo voy a mancharlos otra vez?
4Mi amor mete la mano por la abertura:
me estremezco al sentirlo,
6bal escucharlo se me escapa el alma.
5Ya me he levantado a abrir a mi amado:
mis manos gotean perfume de mirra.
mis dedos mirra que fluye
por la manilla de la cerradura.
6ayo misma abro a mi amado;
abro, y mi amado se ha marchado ya.
Lo busco, y no lo encuentro;
lo llamo, y no responde.
7Me encontraron los guardias
que rondan la ciudad.
Me golpearon e hirieron.
me quitaron el manto
los centinelas de las murallas.
8Muchachas de Jerusalén, os conjuro
que si encontráis a mi amado
le digáis ... ¿qué le diréis? ...
que estoy enferma de amor.
ELLAS           9¿Qué distingue a tu amado de los otros.
                        tú, la más bella?
¿Qué distingue a tu amado de los otros
que así nos conjuras?

2. Así es mi amigo

ELLA               10Mi amado es blanco y sonrosado.
                        descuella entre diez mil.
11Su cabeza es de oro, del más puro;
sus rizos son racimos de palmera,
negros como los cuervos.
12Sus ojos, dos palomas a la vera del agua
que se bañan en leche
y se posan al borde de la alberca.
13Sus mejillas, macizos de bálsamo
que exhalan aromas;
sus labios son lirios con mirra que fluye.
14Sus brazos, torneados en oro,
engastados con piedras de Tarsis;
su cuerpo es de marfil labrado,
todo incrustado de zafiros;
15sus piernas, columnas de mármol
apoyadas en plintos de oro.
Gallardo como el Líbano.
juvenil como un cedro;
16es muy dulce su boca.
todo él pura delicia.
Así es mi amado, mi amigo.
muchachas de Jerusalén.

3. Encuentro

ELLAS           6 1 ¿Adónde fue tu amado.
la más bella de todas las mujeres?
¿Adónde fue tu amado?
Queremos buscarlo contigo.
ELLA               2Ha bajado mi amado a su jardín.
                        a los macizos de las balsameras,
el pastor de jardines a cortar azucenas.
3Yo soy de mi amado y mi amado es mío,
el pastor de azucenas.

5,2-6,3 Considero estos versos una unidad bien construida, con su secuencia de escenas y diálogos. La división en tres partes es para encaminar la lectura. Todo sucede como en un sueño o un duermevela. La intensidad de la descripción crea en el lector la ilusión de realidad. ¿Sucede o lo está soñando? ¿O es una historia en clave de las relaciones amorosas? Deseo incontenible, resistencia coqueta, abandono de él, desesperación de ella, búsqueda afanosa, expuesta a peligros; y encuentro gozoso, a solas.

5,2 Porque ha tenido que caminar para encontrarla en su casa. Ap 3,20.

5,3 Será cierto, pero suena a excusas en tal momento, o a dilación para excitar más al amado.

5,4 O: "retira la mano" de la abertura. dispuesto a marcharse. decepcionado.

5,6b Trasladando aquí este hemistiquio obtengo un paralelismo coherente. En su puesto actual traducen otros: "mi alma suspiraba por sus palabras".

5,7 Una mujer de noche, sola por las calles no iluminadas, es sospechosa, o es deseada. Es ambigua la acción de los guardias. Por encontrarlo ella ahora no repara en nada. Pero ahora es en vano.

5,8-9 Al fallarle los guardias, se dirige a sus compañeras, que comprenderán la situación. Lo cual da paso al diálogo. Para buscarlo e identificarlo tienen que conocer su figura. Así entra suavemente la descripción enamorada y apasionada que hace la amada del amado.

5,10-16 La descripción del cuerpo es también transfiguración, sin apenas rasgos realistas. Ocupan más espacio las comparaciones de orfebrería y arquitectura, sin que falten plantas y animales. Al final el recuerdo del beso, haciendo eco a ella en 4.11.

5,10 Color de buena salud, de lozanía; véase Lam 4.7. La combinación de blanco y rojo se convirtió en un topos en la poesía clásica española.

5,11 Oro por lo valiosa o por reflejos de la tez.

5,12 Los ojos se llevan más atención: su frescura líquida y trasparente, su movilidad y su reposo.

5,14 Perfección de las formas, solidez con el ornato de las venas; todo de gran precio.

6,1-3 Ellas se ofrecen a acompañarla en la búsqueda; pero ella ha averiguado dónde se encuentra. Las imágenes del jardín y el pastor se sobreponen libremente. Se cierra el poema con la profesión de entrega mutua y exclusiva como en 2.16. 

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