viernes, 18 de mayo de 2012

CANTAR DE LOS CANTARES. CAPÍTULO 7.


                  TE DARÉ MI AMOR.

                 1.Danza.

CORO  7  1Vuélvete, vuélvete, Sulamita;
                    Vuélvete, vuélvete, para que te veamos.
ELLA           ¿Qué miráis en el Sulamita
                     cuando danza en medio de dos coros?
CORO          2Tus pies hermosos en las sandalias,
                     hija de príncipes;
                     esa curva de tus caderas como una alhaja,
                     labor de orfebre;
                     3tu ombligo, una copa redonda,
                     rebosando licor,
y tu vientre, montón de trigo,
rodeado de azucenas;
4tus pechos,
como crías mellizas de gacela;
5atu cuello es una torre de marfil;
6atu cabeza se yergue
semejante al Carmelo;
5btus ojos, dos albercas de Jesbón,
junto a la Puerta Mayor;
es el perfil de tu nariz
igual que el saliente del Líbano,
que mira hacia Damasco;
6btus cabellos de púrpura,
con sus trenzas, cautivan a un rey.
7¡Qué hermosa estás, qué bella,
qué delicia en tu amor!

2. Te daré mi amor

8Tu talle es de palmera;
tus pechos, los racimos.
9yo pensé: treparé a la palmera
a recoger sus dátiles;
son para mí tus pechos
como racimos de uvas;
tu aliento, como aroma de manzanas.
10¡Ay, tu boca es un vino generoso
que fluye acariciando
y me moja los labios y los dientes!
ELLA           11Yo soy de mi amado
y él me busca con pasión.
12Amado mío, ven, vamos al campo,
al abrigo de enebros
pasaremos la noche,
13madrugaremos para ver las viñas,
para ver si las vides ya florecen,
si ya se abren las yemas
y si echan flores los granados,
y allí te daré mi amor ...
14Perfuman las mandrágoras
y a la puerta hay mil frutas deleitosas,
frutas secas y frescas
que he guardado, mi amado, para ti.

 7,1-7 (ó 1-6). Se forman dos filas compactas, "dos campamentos", entre los cuales se exhibe ella en un solo de danza. Un diálogo breve pone en marcha el movimiento. Y la contemplación, que comienza por los pies y va subiendo complacida hasta la cabeza. El comienzo es muy rítmico.

7,3 Dejando la comparación de orfebrería nos sorprende la visión de un montón de trigo que recibe e irisa la luz en millones de granulaciones, que a cierta distancia exhibe una curva dulce y regular. Ornado por flores que rinden homenaje al trigo: lo silvestre a lo agrario. ¿Sugiere con la imagen un vientre que un día será fecundo?

7,6b Los cabellos sueltos evolucionan en la danza. Ella se exhibe ante todos, pero danza para uno: para el rey que queda preso de los cabellos.

7,7 Se puede leer como respuesta conclusiva de él, como comienzo de un comentario suyo más amplio, 7,7-10.

7,8-14 Breve diálogo. La belleza contemplada excita el deseo de posesión, culminante en el beso. La imagen es de sabores, frutas y vino. El hace eco al deseo de ella expresado en 2,3. Ella está dispuesta a entregarse, y para ello invita al amado a salir al campo, haciendo eco a él, que la invitaba a salir en 2,10.

7,12 Otros traducen "aldeas" donde yo traduzco "enebros". Creo que los amantes buscan un lugar despoblado y frondoso, como en 1, 15s. Lugar del encuentro a solas.

7,14 Envueltos en perfume de mandrágoras, que se consideraban dotadas de virtudes afrodisíacas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario