viernes, 18 de mayo de 2012

CANTAR DE LOS CANTARES. 4,1-5,1.


JARDÍN

1.      Cuerpo cantado

4 1¡Qué hermosa eres, mi amada,
qué hermosa eres!
Tus ojos de paloma, por entre el velo;
tu pelo es un rebaño de cabras
descolgándose
por las laderas de Galaad.
2Son tus dientes un rebaño esquilado
recién salido de bañar,
cada oveja tiene mellizos,
ninguna hay sin corderos.
3Tus labios son cinta escarlata,
y tu hablar, melodioso;
tus sienes, entre el velo,
son dos mitades de granada.
4Es tu cuello la torre de David,
construida con sillares,
de la que penden miles de escudos,
miles de adargas de capitanes.
5Son tus pechos
dos crías mellizas de gacela
paciendo entre azucenas.
6Mientras sopla la brisa
y se alargan las sombras
me voy al monte de la mirra,
iré por la colina del incienso.
7¡Toda eres hermosa, amada mía,
y no hay en ti defecto!

2.      Ven


8Ven desde el Líbano, novia mía, ven;
baja del Líbano,
desciende de la cumbre del Amaná,
de la cumbre del Senir y del Hermón,
de las cuevas de leones,
de los montes de panteras.
9Me has enamorado,
hermana y novia mía,
me has enamorado
con una sola de tus miradas,
con una vuelta de tu collar.
10iQué bellos tus amores,
hermana y novia mía;
tus amores son mejores que el vino!
y tus aromas son mejores
que los perfumes.
11Un panal que destila son tus labios,
y tienes, novia mía, miel y leche
debajo de tu lengua;
y la fragancia de tus vestidos
es fragancia del Líbano.

3. Jardín

12Eres jardín cerrado,
hermana y novia mía;
eres jardín cerrado, fuente sellada.
13Tus brotes son jardines de granadas
con frutos exquisitos,
14nardo y enebro y azafrán,
canela y cinamomo,
con árboles de incienso, mirra y áloe,
con los mejores bálsamos y aromas.
15La fuente del jardín
es pozo de agua viva
que baja desde el Líbano.
ELLA             16Despierta, cierzo; llégate, austro;
                       orea mi jardín,
que exhale sus perfumes.
Entra, amor mío, en tu jardín
a comer de sus frutos exquisitos.

5 1Ya vengo a mi jardín,
hermana y novia mía,
a recoger mi bálsamo y mi mirra,
a comer de mi miel y mi panal,
a beber de mi leche y de mi vino.
Compañeros, comed y bebed,
y embriagaos, mis amigos.

ASÍ ES MI AMIGO


4,1-5,1 He reunido artificiosamente tres canciones como tres tiempos en movimiento, con su desenlace dichoso al final.

4,1-7 Es curioso, los griegos, que cultivaron hasta el refinamiento el desnudo plástico de la escultura, no lo hacen tema de sus versos. Los hebreos, esquivos para la representación plástica y poco amigos del desnudo, lo cantan con palabras en este libro. Lo reiteran: aquí, en 5,10-16, en la escena de la danza, 7,1-7. Es un cuerpo transformado por las comparaciones realistas, fantásticas, heterogéneas.

4,1 La cabellera no recogida, sino larga y suelta, levemente ondulada; como cabras de vellón negro descendiendo apretadas.

4,2 No muy felizmente nos describe el emparejamiento de las dos filas de dientes, sin ningún vacío que mengüe la hermosura simétrica. Todavía sigue en el reino pastoril.

4,3 Salta al mundo vegetal: al color luminoso de la granada cortada en dos cascos; así las mejillas.

4,4 Más audaz el salto a la arquitectura bélica. "Sillares" o hito, señal; el significado es dudoso. Los escudos son los múltiples círculos metálicos que componen el collar suntuoso.

4,5 La comparación animal, bellos animales no domesticados, trae encanto y ternura. Dan ganas de acariciar esos animales asustadizos.

4,6 "Se alargan" o se alejan. Tras la contemplación la posesión, apuntada todavía como propósito.

4,8-11 La esquivez o la resistencia de ella se expresa en una imagen hiperbólica. Habita en montañas excelsas entre animales salvajes y feroces. El enamorado la tiene que atraer, declarando su amor, solicitando el de ella. Así la atrae hasta el beso apasionado.

4,8 Son las montañas más altas que conoce un habitante de Palestina. Quizá las conozca sólo de oídas, y eso basta para la hipérbole.

4,9 Enamoramiento a primera vista: nuestro "flechazo"

4,10 Como un eco de lo que decía ella al principio del libro, 1,2-3.

4,11 Leche y miel: productos legendarios de la tierra prometida; lo más refinado y exquisito en su combinación.

4,12-5,1 Estamos ya en la clausura encantada de un jardín que es huerto y parque. En medio un pozo manante que subterráneamente enlaza con las nieves celestes del Líbano. Huerto candado: que nadie entre. Él solo, volando, como el aire, entra y pasa y
repasa arrancando aromas y perfumes a las plantas. Ella el pozo sellado, como en Prov 5,15-19 esperándole a él. Para ofrecerle sus
frutos. Y él afirma la posesión en una cadena de posesivos "mi", y de verbos "llego, recojo, como, bebo".

4,13 La traducción es dudosa. 

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